El CFD trading ha ganado popularidad como una forma accesible y versátil de participar en los mercados financieros. Con este tipo de contratos, al igual que con los futuros, el inversor puede vender el contrato antes de tenerlo en cartera comprometiéndose a comprarlo más adelante.
Qué es el trading de CFD
Un Contrato Por Diferencias (CFD) es un contrato que se establece entre un inversor particular y una entidad financiera. A diferencia de otros contratos de futuros organizados, en los CFDs no existe una cámara de compensación que liquida las operaciones y que ejerce de contrapartida. Por lo tanto, la contrapartida del inversor siempre va a ser la entidad con la cual contrata el producto.
El CFD es un producto financiero que replica el comportamiento de un activo de referencia, llamado activo subyacente. Es decir, si compra un CFD sobre Amazon, lo comprará al precio en el cual cotiza en ese momento en el mercado. A través del CFD puede replicar al movimiento del valor. Esto significa que al comprar un CFD sobre Amazon, el inversor adquiere exposición económica al movimiento de las acciones sin necesidad de haber comprado esa acción.
Al contrario que otros contratos de futuros existentes, los CFDs no tienen vencimiento fijado. Por ejemplo, si compramos un CFD sobre el Ibex a 8.000 y a los cinco días cotiza a 8.200, podemos deshacer la operación con 200 euros de ganancia. En el momento que deshagamos la operación, la entidad financiera con la que contratemos los CFDs nos pagará su ganancia y nos devolverá la garantía. La garantía, por tanto, solamente se utiliza para asegurar que la operación se salda en buenos términos y que el inversor pueda responder ante sus posibles pérdidas. Es un depósito que se utiliza en el caso de que el inversor no pueda hacer frente económicamente al resultado negativo de una operación.
Características del trading de CFD
Los productos derivados son activos financieros que cuentan con una serie de características que los diferencian de otros tipos de activos. Sus características principales son las siguientes:
- Están referenciados a un activo subyacente o activo de referencia.
- Son productos apalancados. En un CFD el apalancamiento consiste en que el inversor no precisa desembolsar la cantidad total sobre la cual está invirtiendo, sino que solamente desembolsa una parte del montante total de la operación.
- Los beneficios o pérdidas se liquidan al cerrar las posiciones por la diferencia entre el precio de compra y el de venta.
- Se consideran juegos de suma cero. Según este principio, la suma de los beneficios de todos los inversores ganadores tiene que ser igual (excluidas las comisiones de intermediación) a la suma de las pérdidas de los inversores perdedores.
Tipos de CFDs
Los CFDs ofrecen a los traders una amplia variedad de opciones para diversificar sus carteras y aprovechar las tendencias del mercado. Cada tipo de CFD tiene sus propias características y consideraciones únicas, y la elección dependerá de los objetivos y la tolerancia al riesgo de cada trader.
En este apartado presentaremos algunos de los tipos de CFDs que más interesan a los traders como son los contratos sobre acciones, índices bursátiles y divisas, materias primas.
CFDs sobre acciones
Las acciones fueron el primer activo sobre el que se formalizaron los CFDs y fueron creados para hacer más fácil, flexible y cómoda la inversión en las diferentes empresas de todo el mundo.
Los CFDs comparten características con el resto de CFDs como que son apalancados o que conllevan un coste de financiación, pero además cuentas con unas características específicas como son:
- No existe liquidación diaria de las posiciones, como ocurre en otros contratos de derivados.
- No tienen vencimiento establecido. Un inversor puede mantener las posiciones tanto tiempo como desee sin necesidad de realizar la operación de «roll-over» o traspaso entre vencimientos.
- Un inversor puede comprar primero el CFD y venderlo después o puede vender primero y comprar después. Puede entrar en posiciones cortas sin necesidad de acudir a la operativa de crédito al mercado.
CFDs sobre índices bursátiles
Los CFDs sobre índices presentan todas las características que hemos comentado anteriormente para los CFDs sobre acciones. La única diferencia es la forma en cómo se establece el precio del CFD, ya que no hay precios de compra y de venta sobre los índices.
Los CFDs sobre índices bursátiles son muy parecidos a los futuros sobre índices. No obstante, existen algunas diferencias importantes entre ambos, entre las que destacan:
- Los futuros sobre índices cuentan con una cámara de compensación que liquida y garantiza las operaciones de todos los inversores.
- Al contrario que otros contratos de futuros existentes, la mayoría de CFDs sobre índices no tienen vencimiento fijado.
- Las garantías exigidas por los emisores de CFDs sobre índices son mucho menores que las garantías que exigen las cámaras de compensación por los futuros sobre índices.
- El valor del índice y el valor del CFD es el mismo en todo momento, mientras que en los mercados de futuros organizados el valor del índice (valor de contado) y el valor del futuro es diferente.
CFDs sobre divisas
Los CFDs sobre divisas tienen un funcionamiento muy parecido a los CFDs sobre índices. Aún así, existen algunas pequeñas diferencias, sobre todo en la liquidación del coste de financiación. La forma de contratar estos CFDs es la siguiente:
- El inversor compra o vende un par de divisas. En el momento de la compra o venta, si el inversor no comunica lo contrario, la posición se mantiene indefinidamente hasta que se cierra.
- Cada día el emisor del CFD cobra o paga al inversor el coste de financiación de mantener la posición cada día en cartera. Este coste de financiación es equivalente al diferencial de tipos de interés entre ambas divisas multiplicado por el nominal de la operación. Esto es el swap que el emisor cobra o paga dependiendo de la posición del inversor.
- El inversor puede mantener sus posiciones de divisas en cartera tanto tiempo como considere necesario, ya que los CFDs no tienen vencimiento. En el momento que el inversor cierre la posición, se liquida la misma por diferencias.
CFDs sobre materias primas
El funcionamiento de los CFDs sobre materias primas es muy parecido al de los CFDs sobre acciones. Se toma del mercado de referencia el precio de compra y de venta existente en cada momento y se replica el CFD en función de esos precios. Los mercados de referencia principales de materias primas son dos: el de Londres y el de Chicago.
Hay que recordar que cuando un inversor compra un CFD sobre una materia prima, el petróleo, por ejemplo, no está comprando un contrato con entrega física. Esto significa que no tiene la obligación de recibir la materia prima en el caso de haber comprado el CFD, ni de entregarla en el caso de haberla vendido. En este momento se pueden contratar CFDs sobre los siguientes tipos de materias primas:
- Metales: Oro, plata, cobre, paladio, platino, aluminio, plomo, níquel, estaño y cinc.
- Energía: Petróleo, gas natural, gasolina sin plomo, emisiones de carbono y petróleo de calefacción.
- Agrícolas: Trigo, cacao, azúcar, zumo de naranja congelado, maíz, soja y arroz.
Usos y riesgos del trading de CFDs
Gracias a los CFDs, las posibilidades de gestión de su patrimonio que puede realizar un inversor particular han aumentado considerablemente. Debido a la flexibilidad que los caracteriza, los inversores de CFDs pueden utilizar estos productos con diferentes objetivos y fines. Entre estos últimos podemos destacar:
- Con fines especulativos: Para ello, se intentan comprar a un precio bajo y vender a un precio alto fijando su atención en los movimientos de los precios.
- Como forma de invertir en mercados a los que no puede acceder fácilmente: El ahorrador puede utilizar estos productos para invertir en divisas poco comunes, en la mayor parte de acciones internacionales o en la totalidad de índices bursátiles mundiales.
- Como cobertura de otras posiciones: El inversor puede utilizar los CFD´s para cubrir el riesgo de otros activos que tenga en su cartera.
- Como forma de invertir de forma apalancada: Un inversor, sin desembolsar el montante completo de la operación, puede comprar o vender, por ejemplo, acciones y beneficiarse del efecto apalancamiento.
- Como forma de diseñar su propio activo financiero: Por ejemplo, podemos realizar operaciones en mercados denominados en dólares o libras y automáticamente convertir el riesgo de tipo de cambio a euros.
Riesgo de operar el CFD trading:
En cuanto al riesgo, los CFDs son unos instrumentos financieros fantásticos que bien utilizados presentan una serie de posibilidades muy interesantes. La sofisticación de los mercados financieros requiere que cada vez más, el ahorrador particular necesite un mayor conocimiento. Por eso, los principales riesgo del CFD trading son:
- La avaricia del inversor. Con estos productos es fácil obtener, en algunas ocasiones, rentabilidades de más del veinte por ciento sobre el capital desembolsado, en poco tiempo, debido al efecto apalancamiento. Esto significa que se está asumiendo riesgo en las operaciones y que al controlarlo se hacen posibles estos resultados.
- No utilizar stops de salida. Es importantísimo ponerse un límite a la pérdida.
- Volver a operar con ánimos de revancha tras una mala operación. Operar con sentimientos de venganza suele traer consecuencias muy negativas.
- Operar con dinero que no tenemos o usar un capital que necesitemos para algo necesario de nuestra vida. Lo recomendado es operar con un excedente y no intentar hacernos ricos operando con CFDs.
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